¿Por qué existen las distopías? Impacto de 1984


La imaginación del ser humano permite crear las situaciones más amenas, pero también plantea escenarios de pesadilla, además de terroríficas experiencias individuales existe un género dedicado a sociedades indeseadas conocido como distopía.

El termino distopía surge como una oposición ante la palabra utopía que significa sociedad perfecta. No obstante, la relevancia de esta palabra resuena en la primera mitad del siglo XX, un periodo de la historia en la que el mundo afrontó terribles eventos como una gran crisis económica, la existencia de regímenes totalitarios como el nazismo y el régimen soviético de Joseph Stalin y dos conflictos bélicos de escala mundial.

Propaganda durante del régimen de Iosif Stalin, lider de la unión soviética durante 1922 a 1952

Cualquier habitante de esos tiempos y más viviendo en países europeos como Inglaterra podría tener una perspectiva muy pesimista de la vida, citando un ejemplo Eric Arthur Blair nació en 1903 y durante gran parte de su vida estuvo en la clase media hasta que tuvo que lidiar con su cada vez más complicada situación económica y sus problemas de salud. Sin embargo, este hombre adoptó en 1933 un seudónimo que le permitiría perdurar por décadas posteriores a su muerte, George Orwell.

Existe el termino orwelliano acuñado a sociedades represivas y con excesiva vigilancia, y dicha palabra alude a lo expuesto en la novela 1984, la cual surge de varias experiencias que tuvo este escritor. En 1936 escribía sobre la clase obrera y también participó en la guerra civil española en la que presenció y criticó el control y las mentiras usadas como propaganda del partido comunista español. En 1941 trabajó como corresponsal de la BBC oriental haciendo propaganda para obtener alianzas para el ejército oriental y en sus propias palabras admite que le desagrado trabajar en esto y en 1945 aparece una de las obras más relevantes de Orwell, Rebelión en la granja.

En 1946 reseñó la novela Nosotros, una obra publicada en 1920 en la que el escritor ruso Yevguenin Zamiatin expone una sociedad futurista sometida a una excesiva vigilancia y represión del estado y la cual resultó ser la base para las distopías de la época, aunque vale la pena aclarar que leyó una versión francesa, ya que Nosotros fue una novela fuertemente perseguida por el régimen soviético.

Después de un largo periodo de persecución y prohibición en su país de origen, Nosotros fue publicada en Rusia en 1988 y actualmente se considera un clásico y se valora como una de las primeras novelas distópicas.

1984 es publicada en 1949, aunque Orwell no pudo ver el gran impacto de su obra ya que murió un año después. Aun así, su obra tuvo unos inicios polémicos y difíciles ya que fue censurada por ciertos sectores, pero cómo dice el dicho “El que nada debe nada teme” y efectivamente las distopías han sido temidas por concientizar sobre los medios que utiliza el poder para mantenerse en la cima.

El mundo de 1984 es uno bastante indeseable, empezando por el temor causado por la vigilancia excesiva, pero no necesariamente hay que forzar la obediencia a través del temor, sino que también hay que ganarse el amor de la gente, a partir de propagandas que evocan al gran líder como una figura heroica y ensañan a las personas ante un enemigo en común para que lo odien apasionadamente. Sin embargo, este control y desinformación va mucho más allá y podemos conocer estas artimañas desde el punto de vista del protagonista Winston Smith quien trabaja para el Ministerio de la Verdad, organismo gubernamental que busca implantar la verdad que le conviene a quienes ostentan el poder.

Las tareas consisten en ediciones constantes de los medios de comunicación y así adueñarse de las percepciones absolutas de todas las personas y garantizar el poder del “Gran Hermano” convirtiéndolo en el dueño de la verdad mostrando un terrible panorama en el que no hay historia ni ciencia, ya que toda verdad es la establecida por este líder. La conclusión de esta obra muestra como la deshumanización es un medio utilizado para romper el espíritu de las personas y así lograr que terminen venerando al “Gran Hermano”.

Los méritos de Orwell se demuestran al usar pocas palabras para sumergirnos en el aterrador panorama del mundo que nos quiere presentar, además de ser muy claro con los ejemplos y explicaciones de las bases que conllevaron a este escenario distópico.

Imagen de George Orwell

Para responder la pregunta planteada en el titulo diré que las distopías permiten mostrarnos aquellas circunstancias que pueden llevar a las sociedades a su propio declive y a la vez discutir si ya nos encontramos cerca de dicho escenario. Esta literatura permite abrir un debate y analizar distintos elementos sociales y cuestionar nuestros gobiernos y la misma información que nos llega. Además, entender ciertos detalles que pueden producir grandes cambios que se notaran a futuro y esta obra lo hace denotar con un tema demasiado importante, el lenguaje.

Las palabras causan un gran impacto y son aliadas en el dominio absoluto del “Gran Hermano”, ya que, con la simplificación del vocabulario, la capacidad de pensamiento de las personas se va disminuyendo y más fácilmente se adaptan a las verdades amañadas y manipulaciones que propone este mundo.

Imaginen un mundo donde los diccionarios son cada vez más pequeños y simples.

Cómo conclusión interpretó esta obra como una advertencia a que cada persona debe ser consciente del mundo exterior y de todo lo que ha ocurrido, para no ceñirse solo a fuentes amañadas ya que alterar la percepción de la verdad es uno de los pasos para perpetuarse en el poder. Además, notar pretensiones que busquen alterar o limitar la historia, negar la ciencia o crear cambios que simplifiquen o amañen el lenguaje, pueden ser signos de alerta, pero la verdadera preocupación será cuando lo anteriormente mencionado termine alterando las percepciones de muchas personas al punto de considerarlas verdad.

La palabra orweallino es una muestra del impacto y la aceptación de todos los elementos expuestos en esta obra como objetos de análisis y discusión, además de un inminente temor ante los mismos. El contenido de la obra puede tornarse pesimista y desalentador, pero nos permite por unos momentos analizar nuestra situación, buscar adaptarnos ante lo que interpretemos de la situación actual de nuestra sociedad y cuestionarnos sobre la verdad en la que creemos y vivimos.


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