Muchas veces las experiencias externas influyen en la percepción de una obra, entre esas podría mencionarse el momento en el que está llega a ser consumida, algunas personas consideran que la madurez y edad del espectador influye en la percepción de la misma, también si en el momento en la que llega a ser presentada al público llega a sentirse innovadora o más de lo mismo. No obstante, los medios de comunicación ejercen una gran influencia en cuanto a generar esas experiencias externas.

Para abordar el tema es necesario ser enfático en un antes y después del que ha sido testigo todo el mundo, incluyéndome, por la época en la que he vivido y con esto me refiero a la presencia del internet.

Mi infancia fue en los noventas, en ese tiempo la cultura general no estaba a un segundo de disponibilidad por una búsqueda en Google, sino que dependía de los libros que habías consultado o los datos que oías y almacenabas en tu cerebro. Las bibliotecas siempre han existido y muy posiblemente seguirán existiendo, pero lo que importa son los medios de difusión. Es cierto que los clásicos siempre serán un referente, pero siempre habrá libros no tan conocidos y alguien estaría interesado en determinados temas y géneros.

En ese tiempo un medio difusión para la literatura era el catalogo del Círculo de lectores del grupo Planeta. Aunque fundado en España en 1962, este club de lectura llegó a expandirse por Latinoamérica y su catálogo si bien tenía más fines comerciales eran un medio para propagar la cultura o al menos garantizar a la gente conseguir libros que les dieran los conocimientos que buscaban. Fuera de eso también las revistas y periódicos cumplían la función de apoyar de dar a conocer algún autor reciente y los lanzamientos de ese tiempo.

En cuanto a lo audiovisual, yo vivía en un pueblo así que no contaba de un cine a la disposición, pero sí con ese aparato que siempre ha estado presente en casi todos los hogares, además de un reproductor de VHS. En estas circunstancias, el conocimiento de algún producto dependía de la distribución del mismo. Tanto en cintas de VHS como su transmisión por televisión de esta forma era como conocías las películas. Era usual que estuvieras pasando los canales y te quedarás viendo alguna película incluso sin conocer el inicio o que vieras una serie de narrativa lineal desde determinado capitulo y dependiendo del mismo cambia tu perspectiva al saber lo que había pasado antes o después, solo por conocer esta historia desde determinado punto. Aquí no contaba eso de que el primer capítulo causaba la primera impresión sino justamente el primero que llegaba a ver el espectador. Lo usual era acogerse a los horarios dispuestos por los canales si no querías perderle la pista a tu programa favorito.

Por eso los productos que llegabas a conocer eran los que te mostraban los canales a tu alcance, como crecí en un pueblo, los canales que conocían eran los que salían en el servicio de parabólica, algunos eran canales de las grandes cadenas y otros eran canales propios de otros países de la región, así que de lo mismo dependía que era lo que llegaba a ver. Eso sí, independientemente de que parte del país uno estuviera uno siempre tenía a su disposición de los canales nacionales quienes muchas veces marcaban la pauta en que productos uno iba a disfrutar la mayoría de los colombianos, siendo muchas veces productos creados dentro del mismo país, aunque se transmitían también producciones extranjeras siendo lo más común varias películas con renombre hechas en Hollywood o telenovelas de los países vecino y no podrían faltar los dibujos animados ofrecidos como algo para el entretenimiento “infantil” ya sean caricaturas americanas o anime.

El internet cambio mucho todo, pero esto se notó paulatinamente en la época de los dos mil, siendo uno de los más notables la difusión del contenido presentándole a las personas muchas más opciones que las presentadas en la televisión, además de que se facilitó la piratería y lo que quedaba era adaptarse, por eso Netflix pasó de alquilar DVDs a incursionar en el servicio del streaming dando cómo ventaja la facilidad y accesibilidad de ver películas y series en cualquier lugar y cualquier momento.

Ahora con el mundo globalizado, la difusión de cualquier obra ya sea un libro o un medio audiovisual está fuertemente influenciado por el alcance en redes, siendo más reconocidas cuando logran ser tendencia. Si bien es cierto que ahora todo tipo de contenido es más accesible, hay una oferta mayor del mismo y lo más usual es aquellos con mayor visibilidad resulten siendo lo más consumidos. El tamaño de las comunidades también influye bastante en estas percepciones.

El público tiene la facilidad de consumir cualquier obra desde el inicio e incluso puede preguntar en comunidades desde que punto iniciar con sagas y productos que se relacionan entre ellos, además de estar más informados de todo lo que una franquicia puede ofrecer. Un espectador conociendo más de cerca sus obras pueden entender mejor el contexto de las mismas.

La característica más notable de estos días es la inmediatez, ya que no es necesario esperar a que la obra sea distribuida, sino que el internet puede facilitarte el contenido apenas salga, e incluso aunque sea un programa o lectura en otro idioma, alguien podría tenerlo subtitulado al poco tiempo.

Esta época ha presentado muchas ventajas para los consumidores, pero es bueno recordar cómo eran anteriormente las experiencias que uno podía tener para disfrutar de cualquier obra. Además, cada época está marcada por sus respectivas tendencias y puede que, a futuro, los avances en la tecnología y los paradigmas de la sociedad pueden aportar sensaciones inesperadas a lo que consumimos.