Reseña: Soul Hunter-Houshin Engi, el anime, 1999.


Hace mucho, muchísimo tiempo, se conoció la existencia de dos mundos en la inmensidad del universo: El de los hechiceros inmortales, arriba en el firmamento infinito y celestial; y abajo, sobre la tierra, el de los seres vivientes; naturalmente me refiero al mundo de los humanos, un mundo interesante.

En el siglo once antes de cristo, la época de la dinastía Yin brillaba en todo su esplendor, y Chou, el emperador número treinta de esta dinastía, era famoso por ser un monarca sabio, con gran visión en las artes militares y literarias; y por gobernar unos ochocientos poblados alrededor de su imperio.

Hola, ¿cómo están mis amigos?, mi nombre es Sheng Kung, y ustedes acaban de ver escenas de la ciudad capital y del castillo imperial, allá por el siglo once antes de cristo. ¿¡Qué dicen!?, ¿que eso no refleja una investigación histórica? Bueno… no nos detengamos en detalles sin importancia y disfruten de lo que ahora verán, es una historia extraordinaria.

Extracto del primer minuto del capítulo 1.

Así es, Sheng Kung, ¿a quién le importa los detalles cuando la historia que se nos avecina eclipsa cualquier oligofrenia perfeccionista? En efecto, querido lector, hoy toca una reseña la cual he deseado hacer desde hacía mucho tiempo, pero que he dejado madurar por cuestiones de tiempo, como de dar variedad a la página. Pero antes de entrar al típico párrafo de datos básicos, quiero dejar las cosas claras con esta reseña. En primer lugar, soy un amante de este anime, el cual marcó mi gusto por contar historias; por lo tanto, doy disculpas si la escritura de esta columna es narrada desde el sesgo personal de la primera persona y no desde un punto más objetivo de la tercera. Después, que hablaré únicamente de lo que fue en el anime de mil novecientos noventa y nueve, bajo el contexto del doblaje latino; esto debo aclararlo porque sé de lo bien que se habla del manga y que esta animación no le hace justicia, sin embargo, esto no justifica que en su esencia esta obra es un diamante por sí sola; así que quedamos entendidos, pues no buscaré referenciarme ni compararla con el manga. ¿Estamos?, pues bien, vamos.

Soul Hunter, en español latino (Houshin Engi en su natal japonés) fue un anime publicado en el año mil novecientos noventa y nueve, que fue emitido en dos mil uno en Latinoamérica por el ahora extinto Locomotion —qué días aquellos, de animaciones exquisitas, pura cultura—. Del manga del mismo nombre japonés, Soul Hunter fue un anime que nos contó la historia de Tai Kung, quien fue seleccionado por Tien Zong, representante de la Asamblea de Kun Lun —mundo de los hechiceros inmortales en los cielos—, para la misión de cazar las almas de los magos que hacían daño en el mundo de los mortales; todos al mando de la malvada hechicera Dahi (Dakki en japonés), la cual había hechizado al emperador Chou de la dinastía Yin.

Es bajo esta premisa que inicia una de las mejores argumentaciones que el anime pudo dar a la luz en el fin del siglo veinte. Y es que, a pesar de haber sido emitido en el canal de anime por excelencia en sus días, lo cierto es que Soul Hunter no gozó de la alcahueta admiración del público, extasiado y encandilado por series como Dragon Ball Z, Evangelion o Saint Seiya —recordemos, estos eran el «mainstream» de esos días antes de la explosión de esta cultura en Latinoamérica—. Ya que, en su formato, no mostraba las batallas épicas y sanguinolentas, moralistas hasta el hartazgo y sufridas, del Shonen convencional; ni las insufribles paridas de los jovencitos dolidos con la vida misma —sin agraviar a los cristales—, donde todo a su alrededor conspira para cumplir con un destino, el cual ni por asomo consigue alcanzar con bien.

Contrario a estos tropos, Soul Hunter consigue establecer una trama cruel, frustrante, emocionante, triste, divertida, profunda y seria, en una seguidilla de veintiséis episodios, cada uno a su manera y sin pisca de desperdicio. Más su único pecado, porque lo cortés no quita lo valiente, son los saltos de tiempo en años durante los primeros capítulos, que, si lo visionas pendiente a ellos y tomando buena nota, no afectarán en absoluto la hermosa alegoría que este anime oculta.

Pero para poder entender el diamante que oculta este anime subestimado, es primario entender quiénes son sus personajes principales, qué representan y por qué, a pesar de no ser en sí un bloque en la trama, son la cereza en el pastel de la alegoría apenas insinuada anteriormente.

Imagen perteneciente al relanzamiento en 2018

Debemos iniciar con la villana, Dahi. Ella, además de ser una referencia directa del espíritu zorro de la cultura china, es la crueldad hecha personaje. Urgida de poder, ahogada en ambición y deseosa de hacer atrocidades, se gradúa con honores como uno de los personajes más nefastos del anime. Parte de sus «logros» son: La caída de la dinastía Yin; le arrebata el dominio que propiciaba “los dueños del destino”, durante la sublevación de los magos encabezada por Tai Kung; y cómo no, la muerte de miles de civiles y hechiceros durante su mandato en la ciudad imperial. Hay mucho qué agregar de esta sanguinaria dama, lo anterior no es sino la punta del iceberg; sólo diré que es una pesadilla maquiavélica allá donde las encuentres.

Aparte de su maldad, Dahi tiene otra función muy importante en la trama, y es el alcanzar la libertad a un destino cíclico y violento, pero sin comprender que el libre albedrío no es nada si desperdicias dicha libertad con deseos mezquinos. Si bien no quiero «spoilear» mucho, es importante entender que la toxicidad de su espíritu es quien propicia su eterna perdición, ya que su rencor hacia los protagonistas es tal, que la lleva a liberarse de una “misión” sólo para encontrar la muerte con tal de satisfacer su deseo de venganza. Un pequeño extracto de uno de sus diálogos:

Cuando ellos me derrotaron, algo surgió dentro de mí, y dejé de ser esa marioneta de la que hablas. Ira, odio, esas emociones me dieron el poder de romper las cadenas que me sujetaban… Mi alma que intentaba tener todo cuando florecía en la tierra empezó a clamar; ¡a exigirme que acabara con todos ustedes!  

El siguiente en la lista es quien nos abrió la columna, Sheng Kung, un personaje misterioso que siempre va a lomos de Tiger Cat, su animal mágico. Su vestimenta nos recuerda a los arlequines del teatro y en realidad queda bien ya que posee una personalidad maliciosamente caótica, donde gusta más de ser el testigo e informante, que alguien activo; el hecho es que él funge como narrador durante toda la obra y moviliza en muchas ocasiones a los personajes.

Este hechicero, conocido por su rebeldía y poder, además de irle en contra a Kun Lun —que deducimos fue donde lo entrenaron—, porta como arma el «Látigo relámpago», un potentísimo instrumento mágico que descarga rayos hacia los contrincantes y del cual se rumorea es el artilugio de hechicería más poderoso. Además de este artefacto, cuenta con otro instrumento que al utilizarlo forma un ojo, con el cual puede vigilar a distancia a cualquier ser que él deseé.

Sheng Kung parece conocerlo todo, saberlo todo y prever, hasta cierto punto, qué sucederá con todos. Y digo parece, pues en realidad, a pesar de hacernos creer que sabe cómo sucederán los acontecimientos, casi en todas las ocasiones se sorprende de los rumbos que toman, sobre todo cuando Tai Kung está involucrado, y al cual guarda, tanto aprecio como admiración. Entre intrigas y diversión, Sheng Kung es un personaje singular el cual vale la pena echarle un buen vistazo para la construcción de estos.

El tercero es el general imperial, Weng Zong. Este personaje es otro de los magos más poderosos entrenado en el mundo de los hechiceros. Su pasado es un misterio, se nos cuenta que bajó al mundo de los humanos para unirse a la dinastía Yin con el afán de proteger al mundo humano, aunque negándose a utilizar sus artes arcanas. Nos relatan que cuando se encontraba resolviendo una disputa en la frontera sur, el emperador había sido asesinado por una revuelta repentina. Weng Zong, al darse cuenta de la noticia, viaja a lomos de Black Horse, su animal mágico, para proteger a la emperatriz quien estaba en labor de parto. Los rebeldes ingresan a territorio de la realeza y encuentran al general, que molesto por los sucesos, los elimina utilizando su tercer ojo, una de sus armas mágicas.

A parte de este fragmento, no sabemos mucho de Weng Zong, salvaguardando que tiene una estrecha relación con el grupo de las cuatro deidades Chin Pao, otro centro de adiestramiento mágico como Kun Lun. Otro dato es que posee el arma llamada «Látigo de destrucción», un instrumento mágico de energía pura y que blande únicamente contra hechiceros.

Con un temperamento controlado, un carácter obstinado y una paciencia infinita, el general del imperio es un pilar en la historia pues es el antagonista directo de Dahi en la corte. Él, junto a Fong Fei, un militar excepcional y miembro de una familia leal a la dinastía, se dan a la tarea de crear estrategias para evitar que la malvada hechicera acabe con el linaje real.

Sin embargo, durante la obra Weng Zong fracasa miserablemente, tanto por su obstinación, como los roces de criterios con su compañero Fong Fei. Él cumple la labor de mostrarle a Tai Kung qué sucede cuando te aferras a glorias pasadas, pero al mismo tiempo te dejas llevar por la soberbia y los planteamientos absurdos de la ley preestablecida, así como de una lealtad tan ciega que te hace perderlo todo.

Por último, tenemos a Tai Kung, o Maestro Tai Kung, como suelen llamarlo los personajes más ilustres de la obra; y no es porque en sí ame este personaje, pero bien merecido tiene el título. Con un temperamento calculador, un carácter jocoso y una personalidad extrovertida, el Maestro es la perfección entre la seriedad más absoluta y la diversión más hilarante; todo su accionar es gracioso, mientras combina estrategias sublimes y superiores contra todos sus rivales.

El Maestro, el hechicero con mayor potencial para representar a la Asamblea de Kun Lun, fue instruido en dicho lugar cuando Tien Zong lo recluta después de una serie de acontecimientos trágicos, donde pierde a su familia, amigos y aldea nómada, quienes huían de las «cacerías de hombres» impuestas por Dahi. Tai Kung se nos presenta como un vago sin remedio, un torpe como ninguno y un cretino sin parangón, sin embargo, conforme la trama avanza y deja en descubierto su verdadero intelecto, se gana el corazón de cualquiera que entienda a este tipo de personaje.

El armamento de Tai Kung es paupérrimo, salvo sus vestimentas mágicas, lleva a cuestas el «Látigo de poder», arma mágica que invoca el poder del viento y corta el aire con ráfagas huracanadas combinadas con poder arcano. Se le asigna como animal mágico a Pu Shang, un personaje con buen conocimiento de sus enemigos, pero pusilánime, a quien también se le equipa con “La esfera de la vida”. Por lo demás, el Maestro es prácticamente un humano más que depende mucho de su inteligencia y astucia.

El alcance de Tai Kung en la obra es exquisito, pues el Maestro fracasa una y otra vez en los objetivos que trata de alcanzar; además, pese a que él debe cazar los espíritus de los magos malignos, la realidad es que durante el transcurso del anime se niega rotundamente a realizar esta labor. El enfoque, según su idea principal, es derrotar a Dahi lo antes posible para así mermar los deseos de sus subordinados a crear más problemas a los humanos, pero pronto se da cuenta que nada vale la pena en la misión de la cacería de almas.

Los acontecimientos de la obra, así como en parte la voluntad del Maestro, nos alejan sin darnos cuenta de la misión, y nos profundizan a una visión ideológica de Tai Kung con todo lo que vive y vivió. Yang Toe, enviado por Tien Zong, aliado, amigo, admirador y rival ideológico de nuestro protagonista, nos mantiene con el recordatorio de la misión, pero el Maestro siempre le rehúye, formando una relación maravillosa de mesurada rebeldía y sabiduría que pone en entredicho todos los cimientos de Yang Toe.

Si bien podría despotricar sobre el Maestro y la excelente construcción de su personaje durante todo el día, creo que es menester acelerar la reseña, y dejar al lector que la misma lo empuje a darle una oportunidad a este anime. No obstante, me permitiré explicar el simbolismo mencionado muchos párrafos atrás y que nos llevó a conocer un poco de cada personaje.

Soul Hunter, en su totalidad, es una alegoría exquisita del pasado, el presente, el futuro y las decisiones, representado por cada personaje y los acontecimientos que los llevan a la conclusión. Weng Zong, el pasado, nos presenta el cómo alguien empecinado en conservar las antiguas glorias y preservar lealtad a las mismas, llevan a perderlo todo y no beneficiar a nadie. Sheng Kung es el futuro que puede ser predecible si se sabe leer bien los acontecimientos, pero incierto de todas formas. Este personaje es la esencia de poner toda tu fe en un proyecto que de todas maneras no depende de ti, sino de todos los actores que lo pueden hacer realidad.

Tai Kung, el Maestro, es la representación del presente; siempre en construcción, incierto y doloroso. El presente es el único momento en el cual se vive, y todo lo que hagas en realidad será tu pasado, y todo lo que consigas es tu futuro, aunque este en realidad es tu presente. El Maestro aprende, por medio de Weng Zong y Sheng Kung, lo inútil de resguardar y aguardar dos momentos que no te acompañarán nunca; uno por su obstinada forma de pensamiento, y otro por la frustrante postura de no hacer nada y esperar todo.

En el tramo final de la obra, Tai Kung debe enfrentarse a quienes, con soberbia, arrogancia e imposición, exponen cómo hacen funcionar el correcto flujo de la historia; nuestro protagonista se rehúsa a creer que alguien pueda saber el qué sucederá, muchos menos construir el futuro individual de todos, por tanto, se levanta en contra pues para él no existe motivo real de vivir si alguien ya ha fabricado tu destino. En este punto, el Maestro expone algo que debería ser de escuela primaria para cada una de esas personas que se rompen las vestiduras por las ideologías de utopías sociales, que la imposición no forja ningún futuro; ni bueno, ni malo, y que todo cambio se da con cada paso que avance de manera natural la humanidad.

Imagen perteneciente al relanzamiento en 2018

Cuando el Maestro al fin recuerda qué lo tiene allí y qué idealizaba para su futuro, renuncia a su violencia por medio de una metáfora con don anzuelos; reconoce que para ganar su libertad debe aceptar lo que olvidó y dejó, para prepararse al incierto futuro, designado por el azar y no por el control ajeno, uno de verdadero albedrío. Cuando los demás hechiceros se unen a él, aquella fuerza que pregona ser la fabricante del futuro debe rendirse a la voluntad de todas las fichas que les son importantes, y así sucumbir a aquello que en realidad no controlan, ya que la historia misma se los ha recalcado muchas veces, con el sinfín de rebeldes que han nacido en dicho mundo.

Dahi, al final de este exquisito combate dialéctico, consigue su libertad, sin embargo, y como mencioné en los párrafos dedicados a ella, decide utilizar su recién ganado albedrío para encarar a una fuerza, que, si bien se rindió a la realidad, aún posee muchísimo poder. Es así, que, con esta mala decisión, es derrotada definitivamente, mal gastando los esfuerzos de quienes lucharon, sin querer, en darle una oportunidad. Con ella se cierra la alegoría, mostrándonos que la vida no se puede basar en las cadenas de tu pasado, ni en la expectativa de un futuro deseable, y que el presente es lo único real y tangible que se tiene. Así sólo tus decisiones te darán como resultado el destino merecido, y en su caso, fue una consecuencia funesta por irle en contra hasta al bienestar de todos.

Es este análisis que me enamora cada vez más a Soul Hunter, que con cada visionado le encuentro más brillos a su pulida superficie. Y en verdad he dejado en el tintero a muchos otros personajes maravilloso que nos construyen esta trama magnífica, pero por motivos de no extender aún más esta columna, le dejaré al curioso lector verlos por sí mismo.

En definitiva, Soul Hunter es un anime que no se merece el olvido al que fue relegado después de su lanzamiento. Espero que con esta reseña, que más parece recomendación, pueda estar ofertando un granito a la causa, tanto del fandom en extinción de esta maravillosa historia, como a empujar a alguien a entender que la calidad no está en el absurdo de una trama y las risas ocasionales; tampoco en la exaltación de poder o las exageraciones desmesuradas, sino en un argumento que se consolide con sus personajes y mensaje. Como punto final, diré que es mi anime favorito y se nota mucho, así que no ofenderé a nadie dándole una calificación numérica; para mí lo más grato sería que si alguien se motivó a verle por mis palabras, me entregue por sí mismo su calificación en los comentarios.


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